Hipertexto
Sobre el ciclo de exposiciones Infirmus
El concepto de trauma como modelo heurístico nos sirve para explicar esta particular conjunción de artistas. La experiencia del trauma alude a un peligro de fractura vital o identitaria que
permanece como una huella latente en el subconsciente, una huella que al no poder ser expresada obliga a una repetición pulsional. Esta escena constituiría el referente de las cuatro obras que se sucederán a lo largo del ciclo de exposiciones INFIRMUS IV. Así nacerían estructuras discursivas como intento de hacer alusión a esas facetas involuntariamente ocultas en la propia memoria que se repliegan de forma indefinida.
En este contexto Leonardo Oliveros y Gustavo Torres utilizan el cuerpo propio como medio de aplicación de los dispositivos generados. El primero trabaja en el sustrato ornamental que recubre la superficie humana y le da expresión, y el segundo lo hace a través de la metamorfosis del estado natural del ser. Claudia Torres, por su parte, genera estructuras para aplicarlas a terceros, creando de este modo experiencias que remiten a lo traumático. La obra Lola Orduña, por último, más independiente en sus planteamientos respecto a las anteriores, aborda la memoria y sus huellas con un trabajo intuitivo e inductivo, con el que busca establecer una relación directa y espontánea de la obra con el espectador; lo que permiten englobarla dentro de la delicadeza traumatológica del significado latino del término infirmus.
Leonardo Oliveros
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